viernes, 8 de enero de 2010

Etapa 6 Dakar. Galería fotográfica y contracrónica de la etapa

Hoy podíamos titular la etapa, lecciones de mecánica imaginativa en plena carrera o cómo recorrer 200 kilómetros con fugas en el radiador y sólo 10 litros de agua en el coche.

Así visto, la cosa suena interesante, lo malo es que la mala suerte también juega su baza en la carrera y está visto que embarcó en nuestro Toyota Land Cruiser KXR Racing 339 en el mismo Buenos Aires.

De momento, y van seis, no ha habido una etapa en la que Xavi y Pablo se hayan tenido que dedicar exclusivamente a pilotar, navegar, sortear obstáculos...




Voy a ver si esta misma noiche invito a nuestra sombría pasajera a que se cambie de coche y se acomode en el de Gibon o en el del Mitsuhashi, que ayer corrió como si le llevara el demoniop.
En fin, que tras miles de problemas eléctricos, los dos pinchazos simultáneos y el modo emergencia en el que entra el coche cada vez que se le recuerda que estamos en carrera y que hay que darle gas, hoy el fesh-fesh nos tenía reservada una desagradable sorpresa.

Al pasar por una pequeña acequia que escondía esta arena harinosa, la batería saltó de su sitio y Pablo tuvo que echar mano de su arte mecánico para improvisar un borne y sujetar la batería para el resto de la especial.



Por si esto fuera poco, un poro en el radiador hacía que perdiéramos agua a marchas forzadas, así que tuvimos que racionar nuestro consumo y dedicar los 10 litros que nos quedaban en el coche para dar de beber al sediento radiador.
Menos mal que encontramos por el camino a unos amigos de Pablo que gentilmente nos cedieron todas sus reservas de agua y pudimos aguantar el resto de la etapa sin problemas. Es lo que tiene ser un gran tipo como Pablo, que tienes amigos en todas partes.

Una vez más, Xavi y Pablo llegaron exhaustos a meta. Estas etapas tan largas y tan accidentadas acaban con las fuerzas y las mecánicas.
Así que a unos le toca reponer fuerzas




y a otros mimar a las máquinas para que mañana vuelva a estar en plenitud de condiciones. Como Quim y Ariel, que andan trabajando en el soporte de la batería y en el radiador.





Mientras, nosotros, disfrutando de este paisaje chileno esperando que vuelvan las dunas de verdad.
Ahí va otra entrega de "Desde mi retina"




Esta es la montaña-duna en la que acababa la etapa. Por ahí tenían que bajar los coches para llegar a meta. Para los que estábamos en el campamento, era todo un espectáculo. Y, como cuenta Xavi en el vídeo anterior, para los pilotos también fue algo espectacular y divertido. Tirarse en cuarta a fondopor ahí debe ser una experiencia.



Después de una etapa dura y a la espera de la de mañana, que será peor (con sólo tener en cuenta que la organización deja abierta la llegada hasta las 18h del día siguiente ya nos podemoshacer una idea de lo que nos espera). Así que llega la hora de cenar en nuestro restaurante favorito habitual


Dejar que los mecánicos sigan trabajando en el coche para que todo esté a punto y, aunque la mala suerte quiera seguir viajando con nosotros, por lo menos encuentre resistencia por nuestra parte.



Me da que esta noche no va a haber tiempo para acercarse a la fogata de la amistad




Aunque con el calor que hace por aquí, tampoco es que necesitemos arrimarnos mucho a la hoguera


Saludos desde Iquique


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